De cuanto en cuanto tenemos un show televisivo presentado por el polifacético El Gran Garzoming. Es una verdadera máquina, hace de todo: escribe libros, presenta conferencias, va a programas de televisión, etc, todo menos dedicarse a juzgar con independencia. Hasta tal punto ha llegado la actividad extrajudicial del showman que el CGPJ está reclamando que habría que ponerle las pilas a este señor, que mientras se dedicaba a sus asuntillos, días antes de los atentados del 11-M tenía 200 cintas islamistas sin traducir.
Afortunadamente quedan jueces que utilizan su tiempo en servicio de los ciudadanos, que por otra parte somos quienes pagamos sus sueldos. Y no sólo trabajan, sino que lo hacen de forma independiente y sin dejarse intimidar por presiones políticas o mafiosas. Todo ello a pesar de una fiscalía ( a la que también pagamos los ciudadanos) que trata de torpedear su trabajo y por extensión dinamitar las bases del Estado de Derecho, intentando impedir que se juzgue a un criminal para favorecer los intereses bastardos de su amo y señor el illuminati ZP.
Afortunadamente quedan jueces que utilizan su tiempo en servicio de los ciudadanos, que por otra parte somos quienes pagamos sus sueldos. Y no sólo trabajan, sino que lo hacen de forma independiente y sin dejarse intimidar por presiones políticas o mafiosas. Todo ello a pesar de una fiscalía ( a la que también pagamos los ciudadanos) que trata de torpedear su trabajo y por extensión dinamitar las bases del Estado de Derecho, intentando impedir que se juzgue a un criminal para favorecer los intereses bastardos de su amo y señor el illuminati ZP.