Casualidades de la vida

Hace tiempo que aprendí a desconfiar de las casualidades. En general no creo en la suerte ni en el azar y cuando algo parece ser una mera coincidencia tiendo a desconfiar y a analizar la causa última de los hechos que se presentan ante mí. Mayor razón, pues, para desconfiar de las casualidades, cuando tienen que ver con el desGobierno español. El PSOE nos tiene acostumbrados a sus robos, mentiras, extorsiones, bajadas de pantalones, falsedades, actitudes dictatoriales, y toda una suerte de lances por los que creo que PSOE y casualidad no pueden ir escritos en la misma página. Piensen mal y acertarán dice el refrán, que se hace especialmente revelador en el caso del partido de ZP. Junten por un lado, la desfachatez de los miembros de la banda terrorista, ante la actitud del desGobierno, que contempla impasibles cómo amenazan el Estado de Derecho sin ningún temor ante las que serían lógicas actuaciones de los resortes democráticos, y por otro, las continuas mentiras en la versión oficial de los atentados del 11-M y cuyo último capítulo se desvela amenazante para un desGobierno que presumiblemente tiene más que ocultar de lo que los giliprogres descerebrados se creen. Poco a poco la madeja de los explosivos se va deshaciendo y posiblemente, y muy a pesar de aquellos que han falseado y manipulado pruebas periciales, se acaben conociendo a los verdaderos artífices físicos e intelectuales de la mayor masacre de la historia española.

No teniendo bastante con ésto, nuestro queridísimo ZP parece estar en otra onda. Está claro que él está más allá del bien y del mal, que sabe lo que nos conviene a los ciudadanos mejor que nosotros mismos, y que las taréas más importantes en este momento, para cualquier persona de la calle son la paz mundial y el cambio climático. Nada de cosas más mundanas como el terrorismo, y que a pesar de que en la última encuesta del CIS aparece como el problema prioritario para la gente en España, a mucha distancia del segundo problema, el "iluminati de la Moncloa" está aquí para decirnos, que éso no es lo que nos tiene que importar. Todos sabemos perfectamente que ZP está "conectado" con la calle y que quien mejor él, para decirnos cuales son nuestras verdaderas preocupaciones y problemas. Quizás el problema sea que ETA se va a encargar de devolverle a la realidad y de recordarle que lo que verdaderamente tiene entre manos no es un juguete con el que poder jugar, abrir y destrozar a voluntad, sino el futuro de 44 millones de personas. O quizás, yo sea un ingenuo, por no darme cuenta de que ZP lo tiene ya todo atado y bien atado, y ETA-Batasuna seguirá estando en las instituciones después de las próximas elecciones, a pesar del alud de pruebas que posibilitan su ilegalización.